El grupo suizo especializado en artículos de lujo, reconocido por ser el dueño de prestigiosas marcas como Cartier y Montblanc, ha cerrado su último ejercicio fiscal con resultados muy positivos. Al concluir su año fiscal en marzo, la compañía reportó un beneficio neto atribuido de 2,751 millones de euros, lo que representa un incremento del 16,5 % en comparación con el periodo anterior. Esta mejora refleja un desempeño sólido en un entorno económico global que sigue enfrentando incertidumbres.
En cuanto a los ingresos, las ventas anuales del conjunto ascendieron a 21,399 millones de euros, reflejando un incremento del 3,8 % en comparación con el año anterior. Este crecimiento se consiguió a pesar de algunos obstáculos geopolíticos y económicos que han impactado los mercados globales, destacando así la resiliencia y adaptabilidad del consorcio suizo en el desafiante segmento del lujo.
El análisis geográfico de las ventas muestra variaciones en tendencia según cada región. En Europa, se observó un incremento notable del 10 %, logrando un volumen de ingresos de 4,898 millones de euros. Este logro destaca la recuperación y solidez del mercado europeo, principalmente debido al interés en productos de lujo por parte de consumidores locales y visitantes internacionales.
En América, las ventas crecieron un 16 %, hasta sumar 5,236 millones de euros. Este significativo aumento es indicativo de la recuperación económica en varios países del continente y del creciente interés en marcas de lujo por parte de consumidores con mayor poder adquisitivo. Estados Unidos, en particular, se mantiene como un mercado clave para la compañía, contribuyendo de manera importante a estas cifras positivas.
Por otro lado, Japón también reportó un desempeño destacado, con un incremento del 25 % en las ventas, que alcanzaron los 2,186 millones de euros. Este crecimiento refleja la solidez del mercado japonés, caracterizado por su fuerte cultura de consumo en artículos de lujo y su capacidad para adaptarse a las tendencias globales.
En el Medio Oriente y África, las ventas crecieron un 15 %, alcanzando los 1,929 millones de euros. Esta área ha manifestado un creciente dinamismo, estimulado por una población joven y una demanda en alza de productos premium, así como por acontecimientos económicos que han impulsado el consumo de lujo.
Sin embargo, no todas las regiones registraron resultados positivos. En Asia Pacífico, el grupo enfrentó una contracción en las ventas del 13 %, con ingresos que sumaron 7,150 millones de euros. Dentro de esta área, la situación en China es especialmente relevante, ya que las ventas disminuyeron un 23 %. Esta caída refleja una combinación de factores, incluyendo las restricciones regulatorias, cambios en el comportamiento del consumidor y el contexto económico general del país, que han impactado la demanda de artículos de lujo.
Ante estos resultados, el presidente de la compañía destacó que las actuales incertidumbres globales exigen a la empresa mantener una gran agilidad y una fuerte disciplina financiera y operativa. Estas cualidades serán esenciales para navegar con éxito en un entorno marcado por la volatilidad económica, las tensiones comerciales y los cambios en los patrones de consumo.